Se lo decía este miércoles a mis compañeros en la reunión del Comité Regional: los tiempos que vivimos nos obligan a correr más, a espabilar, a adaptarnos mejor a los vertiginosos cambios que suceden a nuestro alrededor, a actuar en cualquier situación con los máximos reflejos posibles.
Eso significa, entre otras cosas, continuar haciendo lo que siempre hemos hecho pero incorporando también nuevos métodos. Defender los intereses de quienes trabajan o quieren trabajar y no pueden utilizando para ello además los medios que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance.
La información circula ya a velocidades de vértigo
Las decisiones importantes se toman ya en reuniones brevísimas, muchas de ellas virtuales: videoconferencias, chats, intercambios de información por internet...
Y a mí todo esto me parece una excelente oportunidad para el futuro de UGT Andalucía
¿La clave para acometer esto? Pues creo que hay que empezar por abandonar muchas reticencias, creo que hay que apostar por generar una imagen transparente, y de manera permanente, de todo nuestro trabajo que es mucho, variado y fecundo.
No debemos tener ningún miedo a la apertura, ni a los varapalos que nos puedan venir como consecuencia de esa apertura. Nuestro trabajo es honesto, luego no tenemos nada que temer. Pero tenemos que generar, y propiciar, nuevos y mejores mecanismos de participación activa que nos ayuden a conseguir mayor visibilidad y nos permita mantener una relación más directa y constante con todo el mundo.
Tenemos que implicarnos como siempre hemos hecho, pero asumiendo que los tiempos que vivimos nada tienen que ver no ya con los de hace treinta años, sino ni siquiera con los de hace cinco. Tenemos que insistir, insistir... Buscar hasta dar con el camino adecuado que deje marcadas las huellas del sindicato en las neuronas de las próximas generaciones. Y repito: no tenerle nunca ningún miedo a lo que digan de nosotros.
Tenemos, decía un poco más arriba, una gran oportunidad. ¿Por qué?
Porque nuestra manera de trabajar, que se basa en el contacto permanente con quienes trabajan y con quienes desean hacerlo y no pueden, ha de contar con el valor añadido que supone la presencia constante, fresca, directa e inmediata en webs, blogs, wasap, twitter, facebook...
Todo esto nos ayudará a enriquecer la acción directa. ¿Que en Europa quieren acabar con la actual Política Agraria Común (PAC)? Pues así tenemos la oportunidad de "peinar" todos los pueblos de Andalucía para explicar por qué hay que oponerse a la reforma. Pero cuando lleguemos, lo que haremos será redondear una faena (con el imprescindible contacto directo) que ya les será familiar de antemano gracias a nuestro trabajo en las redes.
¿Que amenazan la sanidad, que quieren atacar a los ayuntamientos, tipo Berlusconi en Italia y reducir a 4.000 los 8.000 municipios españoles? ¿que pretenden liquidar el sistema educativo actual? Pues esto nos brinda la oportunidad de convertirnos en valedores de todas esas conquistas que tanto nos costó conseguir y de encabezar movimientos de lucha contra las políticas de recortes.
Todo contratiempo es una oportunidad. Una oportunidad en la que avanzaremos más en la medida en que mejor nos adaptemos a los nuevos tiempos, en la medida en que nos despojemos de todo tipo de miedos y utilicemos con la mayor tenacidad y contundencia todos los medios que tenemos a nuestro alcance para hacer lo que mejor sabemos hacer: la acción directa. Así no habrá Rajoy, ni derecha europea, ni meteduras de pata de los socialistas que puedan con nosotros.
